Acabado de pintura
Las piezas de acero del cuadro de todas las bicicletas Brompton están recubiertas de pintura en polvo (en lugar de utilizar pintura húmeda) para conseguir un acabado uniforme y duradero. El polvo se pulveriza en la parte del marco y se adhiere con una carga electrostática, a continuación se introduce en un horno para fundirlo y adherirlo al marco.

Además de nuestras opciones estándar, ofrecemos una amplia gama de colores especiales, dos de los cuales pueden combinarse para crear una bicicleta aún más personal.

También ofrecemos acabados lacados de primera calidad. Son acabados logrados con esmero, que muestran la calidad y la artesanía del cuadro construido a mano. Cada bicicleta hecha con este acabado de laca transparente tiene un aspecto único debido a las variaciones en la coloración de la superficie del metal y la soldadura; no tiene un aspecto perfecto y debe considerarse un acabado industrial.

Es normal que el aspecto y la coloración de todos los acabados de lacado varíen de una bicicleta a otra y también en cada parte del cuadro habrá una diferencia en el acabado de la horquilla, el cuadro principal y el cuadro trasero. Puede haber variaciones notables en comparación con otras bicicletas en las tiendas o las que aparecen en nuestro folleto o sitio web.

El acabado lacado utiliza el mismo proceso de recubrimiento en polvo que nuestras otras opciones de color del cuadro (con el polvo sin pigmento o con pigmento coloreado); como tal, ofrece idéntica durabilidad y protección contra la corrosión. Las piezas de acero del cuadro de todas las bicicletas Brompton envejecerán y se formará una pátina con el tiempo. La finalidad del acabado lacado es permitir que el envejecimiento natural de la bicicleta sea visible, y esto ocurrirá de forma diferente en cada bicicleta.

Durabilidad
Antes de pintar, cada marco se trata previamente con un tratamiento químico anticorrosivo. Esto protege el metal desnudo e impide que la corrosión superficial que pueda desarrollarse penetre a través del metal. A menudo visible en los extremos de los tubos abiertos, esta oxidación se encuentra en el interior de los tubos del cuadro y es un problema puramente estético y no estructural. La pulverización electrostática de pintura en polvo impide que el polvo penetre fácilmente en el interior de los tubos y hace que no haya pintura en el interior de los tubos más allá de los primeros 3-10 mm. Por lo tanto, la superficie interior del cuadro de una Brompton no está pintada y puede parecer oxidada, pero sólo será una decoloración superficial debida al tratamiento químico anticorrosión.

Como la estructura de acero está protegida contra la corrosión, no es necesario aplicar ninguna protección contra la oxidación o similar para sellar los tubos. Bloquear los extremos del tubo puede hacer más mal que bien y, de hecho, puede atrapar la humedad en el interior del cuadro y no permitirle transpirar. Limpiar con un trapo aceitado atenuará la aparición de esta coloración amarillo-rojiza.

Con el uso normal, la capa de pintura en polvo suele estropearse, rayarse o marcarse, lo cual forma parte del uso normal de las bicicletas. Recomendamos sellar las zonas en las que se haya roto el recubrimiento en polvo con una pintura de retoque acrílica transparente o del mismo tono de un proveedor de pinturas.

Si utiliza una pintura de color, haga una prueba en una zona poco visible para comprobar la coincidencia de color.

Con el tiempo, el recubrimiento en polvo se desprenderá de las superficies de sujeción de la bisagra, donde se encuentran las dos mitades y donde se asienta la placa de sujeción. Esto se debe a la presión sobre la pintura ejercida por la abrazadera.

Esto también puede ocurrir con las bisagras del bastidor principal y las bisagras del manillar, que soportan una carga dinámica mucho mayor durante la conducción. Ambas bisagras pueden mostrar signos de deterioro en las primeras salidas, dependiendo del color y grosor del cuadro. Todas las bicicletas Brompton experimentarán esto con el tiempo, puede acelerarse si las bisagras se cierran agresivamente y las superficies de sujeción se golpean entre sí. En caso de que se desprenda la pintura, el acero ha sido tratado contra la corrosión antes de pintarlo, por lo que sólo presentará una ligera decoloración superficial. No habrá oxidación significativa hasta el punto de fallo estructural.

Se trata de un desgaste normal y no de un problema operativo.