¿Planeas emprender pronto una aventura mundial en bicicleta? Todos lo estamos. Antes de trazar tu ruta por Europa, sigue el consejo de Sophie e incluye unas cuantas noches en uno (o todos) de los lugares de acampada a orillas de los lagos más bellos del continente...
Lac du Sommelier (Alt. 2993m)
«Llegué aquí hace tres años durante mi primer viaje en bicicleta. Me costó mucho trabajo y me sentí bastante nerviosa en aquel viaje, pero de algún modo fui la primera en poner los ojos en el premio: un hermoso paisaje monocromo en la cima del mundo, con un lago rodeado de nieve. La luz es mágica allí arriba, pero los sonidos son extraños: cada ruido parece corto y agudo. Empaca un buen saco de dormir porque hará frío».
Lac d’Hossegor (Alt. 0m)
«Hossegor es famoso por sus olas, pero no por su hermoso lago. Los lugareños suelen venir aquí a hacer footing, comer ostras frescas en las cabañas o jugar a la petanca, todo ello con un telón de fondo de arena blanca y viejos pinos. Siempre vengo de visita con mis primos la víspera de la fiesta nacional de Francia para ver juntos los fuegos artificiales».
Lac du Mont-Cenis (Alt. 1974m)
«Llegué a este lago de la frontera franco-italiana durante mi viaje en bici por los Alpes a principios de este año. Al llegar una hora antes del anochecer, estábamos demasiado agotados para disfrutar de las vistas. Pero al día siguiente empezamos a pedalear al amanecer y obtuvimos escenas impresionantes: un enorme lago bañado por la luz dorada del sol. Parecía que estábamos solos en el mundo (aparte de la cierva que nos vigilaba). Hay muchas pistas de BTT aquí y queserías locales cerca. Lleva pan y todo irá bien».
Lac d'Annecy (Alt. 447m)
«¡Una noche, unas cervezas con unos amigos mochileros me llevaron a bañarme desnudo a las 2 de la madrugada en este lago cristalino! Hay estupendos campings con vistas a las montañas, o acampadas salvajes si eres aventurero. Todas las mañanas en Annecy encontrarás grupos de locos pedaleando a gran velocidad, pero deberías tomártelo con calma y parar en cada pequeña playa del camino. Disfruta de una cena con fondue en uno de los coquetos restaurantes franceses de la ciudad, y quizás tómate una cerveza después... ¡quién sabe dónde puedes acabar!»
Lago di Garda (Alt. 65m)
«El norte de Italia tiene un montón de lagos increíbles, pero el Lago di Garda es el que guarda recuerdos más especiales para mí: descansé aquí unos días después de terminar la Ruta del Véneto. El extremo sur está lleno de grandes campings con grandes autocaravanas y grandes multitudes, pero el norte es más tranquilo, silencioso y está rodeado de impresionantes y enormes acantilados. Para mí, es el lugar perfecto para disfrutar de La Dolce Vita».